Seguimiento de las emisiones de CO2: obligatorio desde el 1 de enero

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El 1 de enero de 2018 se añadió una nueva y obligatoria dimensión al seguimiento de la flota: los armadores están ahora obligados a controlar las emisiones de CO2 de los buques de más de 5.000 toneladas brutas. Hay buenas razones.

El transporte marítimo internacional es el único medio de transporte no incluido en el compromiso de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Así que el seguimiento de las emisiones de CO2 de los buques tiene sentido desde el punto de vista medioambiental. En noviembre de 2017 se alcanzó un acuerdo entre el Parlamento Europeo y el Consejo para establecer un mecanismo de seguimiento, notificación y verificación de las emisiones marítimas. El objetivo del nuevo reglamento es mejorar el nivel de información sobre las emisiones marítimas de CO2 con respecto al consumo de combustible de los buques, el trabajo de transporte y la eficiencia energética. Esto permitirá analizar las tendencias de las emisiones y el rendimiento de los buques. Y a más largo plazo, los datos recogidos permitirán a la UE "desempeñar un papel influyente en las negociaciones en el seno de la Organización Marítima Internacional, con el fin de encontrar soluciones ambiciosas que combinen la protección del medio ambiente con el desarrollo", como dijo recientemente Gian Luca Galletti, Ministro italiano de Medio Ambiente.

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Las nuevas normas no se aplican a todos los buques de más de 5.000 toneladas brutas, ya que quedan excluidos los buques de guerra, las unidades navales auxiliares, los buques de captura o transformación de pescado, los buques de madera de construcción primitiva, los buques no propulsados por medios mecánicos y los buques gubernamentales utilizados con fines no comerciales. Pero desde el 1 de enero, los propietarios de los buques a los que se aplica el reglamento están obligados a controlar las emisiones de CO2 de cada uno de ellos por viaje y anualmente. Y eso es, sin duda, un importante paso adelante en la lucha contra las emisiones marítimas de gases de efecto invernadero.