La consolidación del transporte marítimo mundial y su impacto en los puertos

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El sector del transporte marítimo mundial ha pasado por un mal momento en la última década. Las ondas de choque de la crisis financiera mundial que estalló en 2008 todavía se extienden por un sector que depende esencialmente del volumen del comercio mundial y, en particular, del comercio de cargas en contenedores y materias primas. En los últimos diez años, más de la mitad de las 20 principales compañías navieras del mundo han desaparecido, ya sea por fusiones o por quiebra. Casi ninguna otra industria mundial ha experimentado un proceso de concentración tan dramático.

 

En abril del año pasado, las compañías navieras restantes se consolidaron para formar tres grandes alianzas, 2M, Ocean Alliance y THE Alliance, que incluyen las diez principales compañías de contenedores del mundo: 2M - MSC, Maersk y HMM - cuenta con 223 buques con una capacidad total de unos 2,4 millones de TEU que operan 25 servicios semanales que cubren 1.327 pares de puertos. La Ocean Alliance - CMA-CGM, Cosco Group, OOCL y Evergreen - tiene 323 buques con una capacidad total de unos 3,5 millones de TEU que operan 40 servicios semanales que cubren 1.571 pares de puertos. THE Alliance - Hapag Lloyd, NYK, Yang Ming, MOL y K-Line - tiene 241 buques con una capacidad total de unos 3,3 millones de TEUs que operan 32 servicios semanales que cubren 1.152 pares de puertos.

Es evidente que estas tres alianzas tienen mucho más peso en el mercado que las compañías navieras por separado. Los puertos, en particular, están descubriendo que son una fuerza poderosa en las negociaciones sobre derechos portuarios y similares. Al mismo tiempo, la fuerte competencia entre las compañías navieras les obliga a encargar y operar buques cada vez más grandes para reducir sus costes de explotación. Esto, a su vez, vuelve a aumentar la presión sobre los puertos para que amplíen y mejoren sus infraestructuras a fin de poder atender a estos megabuques. Los expertos coinciden en que el proceso de consolidación del transporte marítimo mundial aún no ha terminado, pero es muy poco probable que continúe a un ritmo tan vertiginoso.